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La oración de Jesús

 

Juan 17

En esta porción podemos observar la oración que Jesús eleva hacía el Padre. Una oración que es intercesora: ora por sí mismo, ora por sus discípulos y ora por su iglesia. Gracias a Dios por mostrarnos a través de la Palabra la oración de Jesús.

 

Cristo ora por sí mismo 1-5

Lo primero que observamos es la petición hacía su Padre para que él fuera glorificado. Jesús había glorificado en todo al Padre a través de su ministerio, pero la mayor gloria que el Padre podría recibir era la obediencia de su Hijo en la Cruz (Filipenses 2.8). Dios por esa obediencia le exalto dándole un nombre por sobre todo nombre para que el hombre confiese que Jesucristo es el Señor (Filipenses 2.19-11). 


Jesús nos revela en esta oración lo que significa la vida eterna. Vida eterna: es conocimiento de Dios y de Cristo. La vida eterna se obtiene por el conocimiento que adquirimos de Dios por medio de la Escritura. El conocimiento es el resultado del aprendizaje obtenido de su Palabra. No se trata de un conocimiento meramente intelectual, sino de la experiencia. Mira lo que dice 1 Juan 5.20: “Y sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento, para que podamos conocer al Dios verdadero. Y ahora vivimos en comunión con el Dios verdadero porque vivimos en comunión con su Hijo, Jesucristo. Él es el único Dios verdadero y él es la vida eterna” (NTV). Jesús nos hace entender por medio de su Espíritu Santo y viviendo en comunión con Cristo a través de la palabra – experiencia- conocer a Dios, la vida eterna.


La vida eterna no se vive cuando uno muere. La vida eterna se vive en este mundo desde que decidimos seguir a Cristo. La vida eterna la tienes desde que entiendes, por medio de Jesús quien es Dios. La palabra "eterna" no solo tiene un significado de tiempo, también hace referencia a un estado de calidad. Podemos decir que el cristiano vive la vida con calidad por conocer a Dios en plenitud.


 

Cristo ora por sus discípulos 6-19

Jesús declara en su oración que había dado a conocer al mundo la naturaleza de Dios. Los Yo Soy de Jesús revelan al hombre que él es todo lo que necesita. Si una persona está en oscuridad Jesús dice: Yo Soy la Luz. Si una persona dice -estoy viviendo una mentira-, Jesús dice: Yo Soy la Verdad. Si una persona tiene miedo de morir Jesús dice: Yo Soy la Resurrección y la Vida. Jesús es todo lo que el hombre necesita.


Jesús en su oración hace tres peticiones al Padre. Pide seguridad, santificación y unidad para sus discípulos e iglesia.


·         Cuídalos del mal – Seguridad, 9-12

Jesús le pidió al Padre que protegiera a sus discípulos del peligro de la persecución. Los iba a dejar en el mundo para que compartieran el mensaje del Evangelio, pero los dejaba en un mundo hostil. “En el mundo tendrán aflicción”, pero Jesús rogó al Padre para que los protegiera del maligno.


·         Santifícalos en tu verdad – Santificación, 14-19

Jesús pide al Padre que santifique a sus discípulos en la verdad. La enseñanza de Dios es la verdad. Esa verdad la encontramos en la Palabra de Dios. Ahí encontramos la verdad que nos santifica. Santidad en esta porción significa separado del pecado moral y espiritual. Jesús pide que sus discípulos sean separados por la verdad de Dios del pecado. Consagrados exclusivamente para Dios.


La Palabra de Dios tiene la característica de consagrar a los creyentes para Dios. Obedecer la Palabra del Señor hace que el hombre se aparte del pecado y viva como Dios manda. Lamentablemente muchos cristianos viven una vida mundana porque han descuidado la Palabra de Dios. Pasar tiempo en ella nos santifica para Dios apartándonos del pecado. L. Moody escribió en la pasta de su biblia: “Este libro te alejará del pecado o el pecado te alejará de este libro”.


 

Cristo ora por su iglesia 20-26


·         Para que todos sean uno - Unidad


Jesús oró por unidad en su iglesia. No oró para que la iglesia fuera un edificio universal o fuera una sola denominación. Oró para que todos tuvieran un mismo sentir de corazón y de espíritu. Unidad no es lo mismo que uniformidad. Uniformidad es que todos son iguales. En algunas iglesias se observa que todos visten de una misma manera como si tuvieran uniforme, pero no piensan igual necesariamente. Unidad es tener un mismo propósito. Aunque no estén uniformados, o asistan a la misma iglesia, se tiene el mismo propósito. 


¿Por qué debemos tener el mismo propósito como iglesia? Porque el mundo debe creer y saber por medio de sus discípulos que Dios envió a Jesús, versos 21,23. El mundo no cree en el evangelio porque no ve a una iglesia unida. Cada iglesia en particular tiene su “propia visión”, su “propia revelación” etc. Además de esto el mundo ve que muchos “cristianos” tienen disputas entre ellos por ver quién es el más ungido.


Cristo no está dividido. Es la iglesia que ha dividido a Cristo con tanta desunión entre creyentes. La iglesia debe hablar una misma cosa. No debe haber divisiones, sino un mismo pensamiento y propósito (lee 1 Corintios 1.10-17). Cristo nos llamó a predicar el Evangelio y no a estar autollamándonos “el apóstol, el profeta, el maestro, el pastor”, etc. Somos siervos inútiles porque no hacemos más de lo que deberíamos hacer (Lucas 17.10).


Jesús oró para que estuviéramos unidos como iglesia para que el mundo fuera testigo del Evangelio. Es tiempo de orar por unidad en la iglesia, para que el mundo vea a Cristo y honre al Padre. Así como Jesús oró en este capítulo tú y yo debemos orar. Orar con propósito. Unidos en un mismo pensar. Que el mundo vea la gloria de Dios por medio de su Iglesia.

 

 

 

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