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Cuida a mis ovejas
Juan 21
El servicio a los demás es una cualidad del cristiano. Cristo lo enseño. En este capítulo vemos al Señor sirviendo a sus discípulos. Juan escribió esto porque le pareció importante. Su maestro les preparó el desayuno antes de ir al cielo. Jesús no vino a ser servido, vino a servir. Cristo es el siervo de Dios. La humildad y servició de Jesús es nuestro ejemplo. Cristo siempre cuido a sus ovejas.
Familia y comunidad
El amor de Jesús no reprocha. El Señor pudo haberle reclamado a Pedro, pero no lo hizo. Simplemente le preguntó: ¿Me amas? Jesús te pregunta: ¿Me amas? Si tu respuesta es sí, él dice cuida a mis ovejas. ¿Quiénes son sus ovejas? Tu familia y tu comunidad. Tu esposa o esposo son sus ovejas. Tus hijos son sus ovejas. Tus padres son sus ovejas. Tu comunidad, la iglesia donde estas, junto con tus hermanos son las ovejas del Señor. Si amamos al Señor debemos cuidar a sus ovejas. No es un llamado a los pastores de una iglesia. Es un llamado a los que aman a Jesús.
Perdonar y restaurar
Cuidar a sus ovejas es perdonar y restaurar. Debes perdonar así como Cristo te perdonó. A pesar de que él es justo no te da lo que mereces. El sacrificio de Cristo te regaló gracia. Tú debes regalar gracia. El perdón no es tuyo, es de Dios. Creo que no perdonar es ser egoísta. Pensamos que solo nosotros merecíamos ser perdonados. Por lo tanto nos guardamos ese perdón como si fuera algo que nos pertenece. El cristiano da lo que recibió. Recibió perdón de Dios, por lo tanto debe dar perdón a las ovejas del Señor. La gente que te rodea no te pertenece, le pertenece a Dios. Solo se nos encargó cuidarlas.
No solo se trata de perdonar, sino de restaurar a las ovejas. Jesús no vino a condenar. No vino a poner cargas a los hombres. Vino para abrirnos las puertas del cielo. Jesús restauró a Pedro y lo llevó al lugar que tenía. Pedro le falló al Señor y el Señor no lo condenó. No, lo restauró, lo recuperó, lo reparó. Cuando tú fallas, el Señor no te condena, te restaura, te levanta para que continúes la carrera de la fe. No te reclama. Te dice: ¿Me amas? sigue adelante yo estoy contigo.
Si amas a Jesús cuida a sus ovejas. Perdona y restaura a las personas que tienes alrededor.
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Muy cierto. Realmente nos falta ser más como Jesús para que los de afuera también quieran ser como él.
ResponderBorrarGracias por compartir 🥰