Ir al contenido principal

La resurrección de Cristo

 


Juan 20


La resurrección de Cristo es el punto crucial del cristianismo. Cada persona tiene que tomar una decisión respecto a la resurrección de Jesús. No se puede permanecer neutral en este tema. Creer en la resurrección de Cristo trae como resultado la vida eterna. La realidad de la resurrección de Cristo “es el milagro sobre el cual se sustenta o se desploma toda la fe cristiana” (Pearlman, 1992, pág. 124).


La vida eterna depende de lo que creas con respecto a la resurrección de Jesús. Si creemos en la resurrección de Cristo tendremos que creer en todos los milagros que Jesús realizó. Si Cristo venció a la muerte significa que pudo realizar todos los milagros que se mencionan en la Biblia. Así que, nuestra vida eterna proviene de nuestra confianza plena en la resurrección de Jesús.


 

Juan nos da evidencias que demostraron que Jesús resucitó


Sepulcro abierto.

María fue de mañana con otras mujeres para ungir al Señor después de tres días de muerto, pero al llegar se dio cuenta que la piedra estaba removida del sepulcro. Fue y avisó a los discípulos del suceso.


Los lienzos en el sepulcro

Los discípulos corrieron al sepulcro después de escuchar a María y cuando llegaron, Juan se dio cuenta que los lienzos que le habían puesto al Señor estaban acomodados, pero, sobre todo, que Jesús no estaba ahí. Juan nos da constancia de que creyó en todo lo que Jesús dijo al ver el sepulcro vacío.


Jesús se presentó a sí mismo

Jesús se presentó a María, a los discípulos y a Tomás demostrándoles que todo lo que les había dicho era verdad. Nadie le podía quitar la vida. Él la entregó para salvar al mundo (Juan 10.18).

 

La necesidad de creer en la resurrección de Cristo para vida eterna

 

Necesitamos creer. Depositar nuestra confianza, no solo en lo que dijo Jesús, sino en lo que hizo Jesús. El mayor milagro que realizó fue su resurrección. Si creemos en su resurrección hacemos válidas todas las promesas que encontramos en la Biblia. Pablo en su carta a los corintios, capítulo 15, nos habla acerca de la resurrección de Jesús y sus implicaciones.

 

La iglesia en Corinto estaba en medio de una sociedad de vana sabiduría, comercio y paganismo. Muy parecido a lo que vivimos en nuestra sociedad. Existe una vana sabiduría en nuestra sociedad. Todo mundo tiene su verdad. La mayoría de las personas solo piensan en comprar y vender. Y muchos son paganos al grado de adorar cualquier cosa. Es en este contexto que Pablo les enseña a los corintios, entre otras cosas, acerca de la resurrección.

Hacemos bien también nosotros en repasar las palabras que Pablo dejó en su carta para recordarnos que nuestra fe radica en la resurrección de Cristo. Pablo nos da una pista; “No se dejen llevar por los que dicen tales cosas. «Las malas amistades, echan a perder las buenas costumbres». Despierten y no pequen más, porque algunos de ustedes no conocen a Dios. Para avergonzarlos les digo eso” (1 Co 15.33-34, NBV).

 

Dejemos de escuchar lo que dice la sociedad a nuestro alrededor y creamos en Jesús. El mundo dice: bebe, come, disfruta tú vida, vida solo hay una, etc. Esas palabras vienen a nosotros y pueden influenciar lo que creemos con respecto al Señor. Si Cristo no resucitó ¿para qué nos guardamos de pecar? Nos guardamos porque creemos en él y queremos agradarle en todas las áreas de nuestra vida.

 

Pablo dice que algunos, estando en la iglesia, no conocen a Dios. Y eso es una vergüenza. Dicen que son cristianos, pero no creen en la resurrección de Cristo, porque viven como si nunca lo volvieran a ver. El cristiano anhela ver a Jesús. No piensa en su perrito o en su gatito. Espera al morir ver a su Señor por el cual se entregó y predicó en vida. ¿Qué esperas ver cuando abras tus ojos después de morir?

 

Jesús dijo que el que crea en él, aunque esté muerto vivirá y también dijo que él es la resurrección y la vida (Juan 11.25-26). Pero para poder resucitar se necesita morir físicamente primero. La carne no puede heredar el reino de Dios. El pecado trajo la muerte física a la humanidad. Pero el cristiano tiene la esperanza de resucitar para ver al Señor. La muerte para el creyente tiene el propósito de transformarlo. La muerte transforma al creyente. De un cuerpo corrupto a un cuerpo celestial. Será un cuerpo espiritual; “libre de las características de la corrupción, deshonra y debilidad del cuerpo natural” (Unger, 1976).


Volverás a vivir

 

Tenemos esperanza en Cristo. La esperanza de volver a vivir, libres de este cuerpo corrupto y lleno de pecado. Un cuerpo que glorifique a Dios. ¡Ese es nuestro destino! Cumpliremos ese destino si seguimos creyendo “que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, al creer en él tengan vida por el poder de su nombre” (Juan 20.31, NTV).

 

 

 

Pearlman, M. (1992). Teología Bíblica y Sistemática. (B. Mercado, Trad.) Miami, Florida: Editorial Vida.

Unger, M. F. (1976). El mensaje de la Biblia. (A. Clifford, Trad.) Chicago: Editorial Moody.

 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

El llamado a servir

  El llamado a servir Juan 13.1-20 En Palabra Permanente hemos avanzado a una nueva sección del Evangelio de Juan. A lo suyo vino (el mundo), y los suyos (su pueblo) no le recibieron.  Jesús caminó en público llevando el mensaje del Padre al mundo, pero a  partir de este capítulo 13 hasta el capítulo 16 él se aparta   para preparar a sus verdaderos discípulos ante su ausencia. La última enseñanza que registra Juan a sus discípulos es un llamado al servicio.  Una lección de humildad.  Si alguna frase resumiera el cristianismo sería; salvos para servir. El llamado que Dios nos hace por medio de Cristo es que; seamos humildes y sirvamos a nuestros semejantes y hermanos con amor. Cristo les hace una pregunta a sus discípulos después de haber lavado los pies de ellos. Les dice: ¿Sabéis lo que he hecho? Esta misma pregunta el Señor nos la hace hoy a nosotros. ¿Entienden como deben tratarse ustedes como hermanos?  Pienso que deberíamos  prestar atención a la pregunta de Jesús. Jesús siendo R

El Coaching Cristiano

¡Familia! Dios te bendiga. Hoy estuve navegando un rato por YouTube y me encontré un video muy interesante que te quiero compartir. En Palabra Permanente en algunas ocasiones me has escuchado hablar acerca de los influencers que están muy de moda en el ámbito cristiano. Estas personas que te motivan dentro del cristianismo para que alcances tus sueños.  Hace unos meses, navegando por Facebook me di cuenta de una nueva ideología que se está introduciendo en las iglesias: "El Coaching Cristiano". Esta nueva ideología, con sus palabras llenas de positivismo, busca motivar a los cristianos para que logren sus sueños y deseos. Pero omite que para lograr lo que tú quieres debes de hacer a un lado lo que dice la Palabra de Dios.  El Coaching Cristiano es en realidad una nueva forma del Evangelio de la Prosperidad, y que después se convirtió en el evangelio de la Confesión Positiva . Es lo mismo, pero más barato, o como dice el dicho popular; es la misma gata, pero revolcada.  En e

No te dejes engañar

       Hay una realidad en nuestra sociedad, en nuestra cultura y dentro del cristianismo también está presente. La realidad del relativismo.   Relativismo El relativismo ha penetrado en la forma de pensar cristiana.   “El relativismo moral y una de sus manifestaciones extremas, el subjetivismo, niegan la existencia de leyes morales universales considerando que estas dependen de cada sociedad, cultura, o persona”  (Bara, Mestre & Maestre,  2019) .     Este relativismo sugiere que no hay leyes cristianas que seguir porque todo depende de cómo mires las cosas. Se supone que los cristianos tenemos la ley de Dios y ella guía nuestro camino, pero muchos cristianos tienen sus propias verdades. Todo mundo tiene su verdad. Nada es absoluto, “todo depende del cristal con que lo mires”, es el dicho popular del mundo, pero Dios dejó leyes. En ellas nos dice qué es lo que no le agrada y qué es lo que le da gloria a él. Apartándose de la ley de Dios Dios le dijo a Josué que nunca se apartar