En estos versos Juan nos habla de una de las características de Dios. Dios es luz y no hay tinieblas en él. En contraste con la oscuridad de nuestras vidas, Dios es luz y no existen tinieblas en él. En nuestras vidas hay muchas zonas oscuras, lugares donde nadie puede llegar. Sin embargo, cuando venimos a Jesús, su luz nos muestra esos lugares sucios y oscuros para que limpiemos nuestras vidas.
La luz es un elemento que revela la condición de algo. La luz de Dios trae verdad a tu vida. Cuando estamos sin Dios no tenemos verdad en nosotros, porque lo único que tenemos es oscuridad. El dicho popular dice que no podemos dar lo que no tenemos, por lo tanto, no podemos dar luz si vivimos en oscuridad. Mejor dicho, si vivimos en oscuridad lo único que daremos es oscuridad. Es lo que Juan nos quiere hacer entender acerca de Dios. Dios es luz y no hay tinieblas en él. Dios no es como nosotros. No tiene sombras. No cambia. Él es luz.
Por otro lado, Juan nos dice que tengamos cuidado con lo que decimos. Sí decimos que vivimos en luz, pero andamos en oscuridad mentimos. Juan nos dice: no sean hipócritas. En este camino, en muchas ocasiones, nos vamos a encontrar con la hipocresía. Ya sea con la nuestra o con la de otras personas. Todos en algún momento hemos sido hipócritas. Incluso, hemos hecho mentiroso a Dios. Su Palabra nos dice que todos hemos pecado, por lo tanto todos hemos errado el blanco. Aun así, hay personas que dicen que no pecan. Numero uno son mentirosos al decir eso y dos hacen a Dios mentiroso, lo cual es aun más grave.
Juan nos dice que aunque no hemos vivido en la luz podemos acercarnos a ella. Si confiesas tu pecado delante de Dios el es fiel y justo para perdonarte. Él no te quiere condenar. Él mando a su Hijo para salvarte. Tal vez piensas que Dios no puede o no quiere perdonarte porque has fallado muchas veces. Pero no es así, todo lo contrario, quiere perdonarte. Dios anhela que tu experimentes su gloria y su gracia.
Cuando permitas que la luz de Dios entre a tu vida la oscuridad se ira. Dios quiere limpiarte con su luz. Esos lugares oscuros que nadie conoce de ti, Dios los quiere iluminar con su verdad. Confiesa que eres pecador y que necesitas la luz de Dios en tu vida y Dios te perdonará. No solo eso, te limpiará de toda maldad.
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