Palabra Permanente

  Todo el cristianismo se basa en permanecer en Cristo. La mayoría de religiones, incluso en algunas denominaciones cristianas, tienes que hacer algo más para ser salvo de tu pecado. Pero Jesús enseño, y más tarde en los escritos de los apóstoles, que la clave es permanecer en las enseñanzas de Cristo.  Juan escribió esta primera carta con el propósito de refutar las ideas que estaban surgiendo del gnosticismo. El movimiento gnóstico negaba al Hijo de Dios, Cristo como hombre, Jesús como el mesías y también empezaban a dudar de la vida eterna que prometió Jesús a los que creyeran en él. Estos gnósticos buscaban un conocimiento superior, pero no en Dios. Lo buscaban en los movimientos de su época. Juan a estas personas los llama los anticristos.  La palabra anticristo significa alguien que se opone a Cristo o que quiere estar por encima de Cristo. Juan advierte de que estamos en el último tiempo. Debemos comprender que desde que Cristo se ascendió al cielo el mundo está viviendo en el

Dios quiere que su creación viva para siempre. Y en esta porción Juan nos dice como lograrlo. Lo podemos hacer amando a nuestros hermanos y aborreciendo al mundo. Juan dice que el que ama a su hermano permanece en la luz. Dios es luz y sus hijos son luz. Solo los que están en la luz pueden amar verdaderamente. El amor entre hermanos es importante para Dios porque es la evidencia de que lo amamos. Este amor es un amor de calidad y renovado. No un amor de palabras, sino de hechos. Un amor que ayuda y restaura. Ese es el amor que debemos tener entre hermanos. Por otro lado, podemos entender que si no amamos a nuestros hermanos estamos en tinieblas. Una persona en tinieblas no sabe por donde camina porque las tinieblas han cegado su vista. Si una persona se llama hijo de Dios, pero no ama a su hermano está en tinieblas. La luz de Dios no está en él. Dios vino a dar vida eterna a todo aquel que le crea. Si queremos vivir para siempre debemos aprender a amar y aborrecer. Amar l

  Juan escribió esta carta con el propósito de que sus lectores no pecaran. Sin embargo, entiende que es probable que pequen. En el caminar con Cristo es inevitable caerse, pero está prohibido quedarse tirado. No obstante, se debe reconocer que no se puede levantarse uno solo. Se necesita ayuda. Juan presenta a Jesús como abogado, como ayudador. Si guardamos los mandamientos de Dios tendremos beneficios. Uno de ellos es Jesús como abogado. Tal vez no sabemos como funciona, pero Juan nos dice que podemos confiar en Jesús si guardamos sus mandamientos. ¿Qué dice Juan acerca de los que pecan? Que tienen un abogado. Un abogado justo, no un juez. Un abogado ayuda no condena. El abogado defiende no acusa. Jesús no acusa a los pecadores los ayuda. Jesús no te acusa ante el Padre, te defiende. ¿Por qué te defiende? Porque él dio su vida por ti, fue el sacrificio perfecto por tus pecados. Él pagó tu deuda que tenías con Dios. Aunque no eres inocente, Jesús murió para que pudieras ser p

  En estos versos Juan nos habla de una de las características de Dios. Dios es luz y no hay tinieblas en él. En contraste con la oscuridad de nuestras vidas, Dios es luz y no existen tinieblas en él. En nuestras vidas hay muchas zonas oscuras, lugares donde nadie puede llegar. Sin embargo, cuando venimos a Jesús, su luz nos muestra esos lugares sucios y oscuros para que limpiemos nuestras vidas.  La luz es un elemento que revela la condición de algo. La luz de Dios trae verdad a tu vida. Cuando estamos sin Dios no tenemos verdad en nosotros, porque lo único que tenemos es oscuridad. El dicho popular dice que no podemos dar lo que no tenemos, por lo tanto, no podemos dar luz si vivimos en oscuridad. Mejor dicho, si vivimos en oscuridad lo único que daremos es oscuridad. Es lo que Juan nos quiere hacer entender acerca de Dios. Dios es luz y no hay tinieblas en él. Dios no es como nosotros. No tiene sombras. No cambia. Él es luz.  Por otro lado, Juan nos dice que tengamos cuidado con lo

En Palabra Permanente hemos empezado una serie nueva. Meditamos en la primera carta de Juan. Cada vez que empezamos a estudiar una carta nueva Dios nos bendice con su Palabra. Gloria a Dios.  Para empezar, quiero dar una pequeña introducción de la carta para tener un mejor panorama. La carta fue escrita entre el 85-95 a. C. por Juan desde la ciudad de Éfeso. Se escribió con el propósito de enfrentar las enseñanzas de falsos maestros que se levantaron en las iglesias. Las filosofía contemporáneas estaban invadiendo el pensamiento cristiano y Juan escribió para refutar esos pensamientos. Sobre todo el gnosticismo. El gnosticismo decía, a grandes rasgos y entre otras cosas, que solo el espíritu era bueno y que la materia era mala (Barclay, 2006). También, proponía la idea de que la verdadera iluminación del hombre se obtenía por medio de un pensamiento más elevado. Además, estos falsos cristianos se habían bautizado, como exigía el requisito para ser cristianos, pero no permitían